Este Blog, nace inspirado en un artículo del mismo título, publicado por Paco Muro, Consejero Delegado de Otto Walter para España y Portugal, en el año 2003.

martes, 8 de mayo de 2018

Mirarse la vida o vivirla


Después de leer a Eva Piquer, me vienen ganas de escribir. Veo en sus palabras sencillez y una razón que no va sobre de qué partido político eres, una razón llena de humanidad, llena de sentimientos .

Tener ganas de fiesta cuando la situación política es triste, supone un esfuerzo grande. Puedes morirte con la situación  o sin ánimo de ser egoísta, intentar vivir la única vida que tenemos. Celebrar cuando hay gente injustamente en prisión, cuando están dentro por cómo piensan mientras que están fuera los verdaderos ladrones de la democracia, pues celebrar, lo haces a medias, porque toca y porque la vida sigue, pero con la duda de si el siguiente puedes ser tú, por criticar a la corona, al presidente del gobierno o a los políticos que nos roban.

No dejaré de escribir , ni de decir lo que pienso, pero no soy nadie, así que no vendrán a por mí. Tal vez si fuera una rapera, tal vez entonces me cerrarían la boca.

Pero no me puedo evitar pensar. Y me pregunto... cuando no se puede hablar de cambiar ciertas leyes, de cambiar la constitución, de preguntar si queremos o no monarquía, cuando nada de esto se puede debatir, ¿qué nos queda? Nos queda tirar del hilo, tanto como podamos, hacerlo de manera pacífica, pero hacerlo.

También hay quien no hace nada, aquellos que se lo miran y callan, son los mismos que se comportan como si vieran una película desde el sofá, los mismos que seguramente aplaudían  las cargas policiales del 1 de octubre,  y se sentían satisfechos pensando que aquellos que recibían lo tenían merecido. 

Pues  estos últimos son los mismos con los que muchos no queremos compartir nuestra vida ni el futuro de nuestros hijos. Son aquellos que se miran la vida  y dicen que son felices, son aquellos que nunca harán nada por cambiar la historia y que nunca lucharán por algo mejor para los suyos y para los otros.

Sí, solo es una opinión, la mía, y no necesariamente ha de ser compartida por los demás. Pero me hace sentir viva y me hace  ser consciente de que mientras me sienta así, soy dueña de mi vida por mucho que el poder lo tengan otros.

Tomar distancia es bueno siempre y cuando no te convierta en un puro espectador y una marioneta de los que mueven los hilos.




jueves, 8 de febrero de 2018

De Madre a hijo

08 de febrero de 2018

Cuando conversando te das cuenta de que no nos encontramos. Es un momento triste, vacío, nuestras miradas no se cruzan,  no van de la mano. Tus ideas, las que te parecen lo mejor para él, de pronto dejan de tener sentido, se vuelven contra ti y te las cuestiones con cierta impotencia. 

Ser consciente de estar hablando sin entendernos me  produce desasosiego. Con una madurez inmadura me hace ver que nuestros tiempos ya son muy distintos y que me gustaría dar un salto y llegar a uno de esos momentos cómplices del futuro,  en que recordaremos estas conversaciones con una sonrisa. Pero no puedo dar ese salto, tampoco quiero perderme esa pequeña lucha que supongo mi madre también tuvo conmigo. 

Cariño, algún día entenderás que en el camino los padres y las madres, no tenemos una receta mágica con la que solucionar los desencuentros. Y que lo que hacemos, es por la convicción de que es lo mejor para ti. Aunque no lo compartas, la experiencia de vida, te hará entender que tus desacuerdos también los vivimos con tu edad y con nuestros padres, y que simplemente pretendíamos guiarte en un camino que no siempre será fácil. Un camino en el que las normas no siempre son justas y aún y así hay que aceptarlas. Un camino en el que tropezar es signo de vida y levantarse signo de ser fuerte. Un camino en el que encontrarse a sí mismo, es un gran reto, y en el que estar a gusto y conforme  con lo que uno cree, piensa y hace, también es difícil. 

Algún día  leeremos juntos alguno de estos pensamientos y tal vez entenderás muchas más cosas de las que ahora entiendes. Ahora, nos toca compartir este tiempo, tan distinto y en el fondo tan distante.

Te quiero

Mamá