Este Blog, nace inspirado en un artículo del mismo título, publicado por Paco Muro, Consejero Delegado de Otto Walter para España y Portugal, en el año 2003.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Creer lo Increíble

Tardas mucho tiempo en comprender, que en política no se puede creer lo increíble. La situación desbordada te desborda a ti también, y te empuja a aferrarte a lo que digan aquellos a quienes has votado, o  aquellos a quienes quieres votar.  Quieres creer. Porque creer en algo comporta ilusión y esperanza. Pero no, con  el paso de los años y especialmente de los últimos años, te das cuenta de que creer no es una solución, si no parte de un problema.

Hemos tenido tiempo de vivir el hambre, de vivir una guerra y de vivir una transición de la dictadura a la democracia.Tiempos en los que creer era necesario, tal vez sin saber porqué, pero se tenía que hacer.  Después la democracia se implantó, y durante muchos años gobernó un partido de izquierdas que luchó por los trabajadores. Hasta que tuvieron que irse, quemados por los años  y la derecha que había hecho oposición, ocupó el poder para arreglar todo lo que los de la izquierda no habían hecho correctamente. Pero 14 años de izquierda se ve que fueron suficientes para que los 8 siguientes gobernados por la derecha no lo fueran  para arreglar lo que ellos llamaban desastre. Bastaron 4 años de la izquierda de nuevo para que estos nos arrastrararn a la crisis mundial. Se ve que todo lo anterior, no influyó para nada.  En resumen, demasiado resumido lo que ha ocurrido. Visto con la perspectiva del tiempo, es simple. No se puede creer lo increíble. Mires como lo mires, han gobernado los dos partidos grandes alternativamente  y estamos como estamos. 

Unos y otros se pasan la pelota como en el colegio. Has sido tú, no, tú y tú más....así que habiendo vivido lo suficiente como para en la edad adulta haber visto a ambos superpartidos en el poder, la conclusión es que digan lo que digan  resultan increíbles como partidos.  Han logrado perder la credibilidad a base de mucho esfuerzo.  Cuando están en el poder, hacen lo que criticaban en la oposición. Así que digan lo que digan no se puede creer lo increíble. Mejor que dejen de esforzarse.

Y mientras estos pelean,  alguna atrevida autonomía decide apostar por la Independencia.  Es como lanzar un cebo suculento. Les ha faltado tiempo a los que peleaban para saltar hambrientos sobre él, Los de la derecha alegando lo poco solidarios y separatistas que son los catalanes. Y los de la izquierda, sin ideas recientes,  buscando la solución intermedia como es el Federalismo. Que resulta que ya se propuso en el inicio de la Democracia, pero que debía ser un tema poco relevante y decidieron aparcarlo. Eso es visión de futuro y Obrar con responsabilidad. 

Da igual quién esté. No hay ninguno que valga la pena. Ya los hemos visto gobernando y en la oposición, y hacen exactamente lo mismo: discutir y criticar destructivamente al contrario, Robar dinero público  sin condenar al que roba. 

Así que tal vez va siendo hora de echarlos a todos. Ya encontraremos el modo. Pero no se puede creer lo increíble. Ya no, han perdido lo más importante para un político, La credibilidad. Y eso no es recuperable.

Tardas mucho tiempo en comprender todo esto, si es que se puede comprender. Lo bueno de lo malo, es verlo, porque sientes que nadie te toma el pelo. Lo malo de lo malo, es lo poco que puedes hacer de forma inmediata ante tal evidencia. Creer no es una solución, es parte del problema, sobretodo porque muchos siguen creyendo, y considero que podremos cambiar las cosas cuando realmente haya una mayoría que dejemos  de creer lo increíble,  para empezar  a construir de nuevo.


lunes, 19 de agosto de 2013

Así que se trata de Eso

Así que se trata de eso.  La vida se trata de un proceso de adaptación, en el que mientras estás en él, te parece que la vives y la controlas.  Pero de pronto, para algunos tempranamente y para otros con la madurez de los años, te das cuenta de que adaptarte,  parecía la solución a los problemas de la vida.   Y resulta que hay un momento en el que abres los ojos con más consciencia y sientes que adaptarte ha sido una especie de error, un plan ideado magistralmente por quienes mueven los hilos.

A lo largo de los años, vas pasando por etapas, supuestamente establecidas y lógicas, para llegar a un final más o menos agradable pero predecible. Ir superando esas etapas por un lado te llena. Estás haciendo lo correcto, estás siguiendo el camino. Pero por otro lado, cuando las cosas se tuercen un poco o simplemente porque sí, te preguntas si ése es el camino que querías. Te replanteas lo hecho hasta el momento, y eres consciente de que hay una parte de la que eres responsable, pero otra tal vez mayor, de la que has sido totalmente inconsciente.  Te rebelas contra ese sentimiento, te frustra, te hace llorar e incluso te hace mirar las cosas desde un prisma desconocido que te aporta otras luces, visiones radicalmente diferentes. Y es entonces cuando te cuestionas la trayectoria de tu vida y el sistema al que te has adaptado pensando que era lo correcto.

Y se ve que se trata de eso. De adaptarte porque es lo correcto. Porque si no lo haces el yugo de los que tienen el poder cae sobre ti, y estás condenado a una infelicidad eterna. No se trata de cambiar las cosas, porque las cosas no se pueden cambiar. Se trata de dar pequeños pasos en direcciones diferentes a las establecidas para encontrar ése camino, que  sea el que nos lleve al final de forma menos traumática. 

Está claro que si decido no adaptarme, tengo que luchar. Lo hacré de forma pacífica. Lo escribiré en los diarios y en las redes sociales. Pero parece que así  no llega, porque dicen que no hacemos nada. Entonces lo haré manifestándome en la calle. Y también, parece que nunca hay suficientes personas en ella, para conseguir cambios. Iré al defensor del pueblo. Pero tampoco hay éxito, se ve que forma parte de alguna ideología, y las leyes, que se pueden interpretar, no dan lugar a la protesta. Parece que  si me uno a algún movimiento habrá posibilidades, pero en cuanto escarbo me doy cuenta de que no. Porque hay favores de por medio, interpretaciones y una imagen que dar que se acerca a la política y sigo sin resultados.  Pues tendré que coger un arma y hacer que la gente se sume  a mi movimiento con armas.

Enciendo la tele y veo las noticias de Egipto, entre muchas otras. Muertes en directo. Miro mi arma, miro a mis hijos y familia,  y la lanzo al suelo. No es lo que quiero, no es en lo que me educaron. Me educaron para ganar batallas  con la palabra. Y sin embargo a muchos no los educaron para escuchar. Tristemente, los que nos gobiernan tienen una sordera aguda de cara a nosotros.

Así que se trata de eso, se trata de sentir impotencia ante la no adaptación, y volver a lo que magistralmente han  diseñado para nosotros: La adaptación.

Cierro los ojos ante tal conclusión, sigo pensando en cómo encontrar ese nuevo camino que no es el establecido,  y lloro en silencio.

domingo, 21 de abril de 2013

Vivir Despeinada

Grande reflexión...

Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he decidido disfrutar la vida con mayor intensidad. El mundo está loco. Definitivamente loco. Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro. El sol que ilumina tu rostro arruga. Y lo realmente bueno de esta vida, despeina.

- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina. 
- Escribir, leer y pensar en temas apasionantes, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte tacones altos esa noche, te deja el pelo irreconocible.

Así que, como siempre, cada vez que nos veamos yo voy a estar con el cabello despeinado. 

Sin embargo, no tengas duda de que estaré pasando por el momento más feliz de mi vida. Es ley de vida: siempre va a estar más despeinada la mujer que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa, que la que elija no subirse.

Puede ser que me sienta tentada a ser una mujer impecable, peinada y planchadita por dentro y por fuera. El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia: peinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza, come sano, camina derechita, ponte seria. 

Y quizá debería seguir las instrucciones pero ¿cuando me van a dar la orden de ser feliz? Acaso no se dan cuenta que para lucir linda, me debo de sentir linda? ¡La persona más linda que puedo ser!

Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo, vea a la mujer que debo ser. Por eso mi recomendación a todas las mujeres: Entrégate, Come rico, Besa, Abraza, Haz el amor, Baila, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta, Acuéstate tarde, Levántate temprano, Corre, Vuela, Canta, Ponte linda, Ponte cómoda, Admira el paisaje, Disfruta, y sobre todo, deja que la vida te despeine!!!!

Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.


lunes, 4 de marzo de 2013

La Escuela no estaba tan Mal como la pintaban

La responsabilidad de educar a los hijos es tarea primera e indiscutible de los padres. Es en casa donde empieza, donde continua o donde termina todo.

Resulta abrumador oír a padres trasladar esa responsabilidad a la escuela. Muchos no han entendido que se trata de una tarea compartida, que se trata de trabajar en equipo. Y perciben la escuela como un enemigo que pretende anular a sus hijos.

Esa es una realidad triste para el profesorado. Como también lo es constatar, que cada cambio político comporta un cambio en la escuela.  Que desde la política también se le hace responsable de todo lo que los jóvenes hagan. No,  esa es una visión parcial de la realidad...la realidad bajo una visión sistémica, como no debería ser de otra forma,  relaciona cada subsistema con el todo: relaciona la escuela, la familia, los amigos y  la sociedad, con el niño. La interacción de todo ello, hace del niño o niña, del joven, la persona que es y la persona que será.

Cansa escuchar las noticias y oír que los informes hablan del fracaso escolar. Pero no hablan del fracaso social, o del fracaso político, del fracaso de  un modelo que nos plantea la política y desde el cual sus  responsables, los políticos, no hacen autocrítica.  Culpan a la escuela, echando para variar balones fuera. Culpan al profesorado e incluso a los padres, pero no hacen autocrítica. Y en lugar de buscar el consenso en las distintas ideologías, hacen cambios constantes en la Ley de educación, generando un sistema  inestable y completamente absurdo.  Bastante hacen nuestros jóvenes con capear el temporal de los cambios, bastante hace el profesorado con seguir educando a pesar de todo.

No puede ser que por defecto, el profesorado no tenga el respaldo de las familias. Muchos padres de los que critican la escuela, encuentran en esa crítica  la excusa perfecta a su incompetencia. Sí, la escuela no es perfecta, pero aquellos padres que piensan que sí  son perfectos, deberían hacer también autocrítica. Porque no llegamos a todo, esa es la verdad, pero tampoco podemos trasladar la responsabilidad de educar a nuestros hijos a los demás, porque la base sólida  de lo que serán  se hace en casa, nos guste o no y  tengamos más o menos tiempo para dedicarles. No es la cantidad de tiempo lo que vale, si no la calidad.

 Y cuando nuestros jóvenes salen a la calle, no se encuentran el panorama alentador que ofrece la escuela a pesar de todo, se encuentran con políticos corruptos que no dan ejemplo de lo que predican. Se encuentran sistemas corruptos en los que los que estafan salen impunes.

Se dan cuenta de que en la escuela no ocurría esto, si no que cuando algo hacías mal, había una consecuencia. Todos los valores que tanto se han trabajado en el colegio, parecen perderse al salir de él.   Bien triste es para nuestros jóvenes darse cuenta de que al final, la escuela no estaba tan mal como la pintaban.