Este Blog, nace inspirado en un artículo del mismo título, publicado por Paco Muro, Consejero Delegado de Otto Walter para España y Portugal, en el año 2003.

martes, 10 de enero de 2012

Parar para tomar impulso

Hay momentos, en que con derecho, hemos de optar a la pataleta o al desánimo, para retomar energías.  El descanso  te recarga, pero sobretodo el derecho a manifestar en algún momento, con palabras o sin ellas, que has llegado a un límite. Es justamente eso lo que posibilita la vuelta. Existen muchos momentos en que nos cuestionamos las decisiones tomadas porque es necesario hacerlo. Es lo que nos  devuelve a la realidad. 

Y curiosamente, una vez que reconocemos lo que sentimos  y le ponemos  nombre, volvemos a sentirnos llenos de energía  y a apreciar la suerte de la que gozamos. Que no es una suerte casual,  es producto del esfuerzo y de un  proyecto propio.

El punto de madurez que aportan los años,  nos hace más conscientes del valor de las cosas y de lo que verdaderamente importa en la vida. Seguramente por eso, hay quien se mantiene tan joven a pesar de los años. 


Debemos parar de vez en cuando. Parar para tomar impulso. Gritarle al mundo lo que sentimos, sacar nuestra parte más irracional, respirar hondo  y seguir adelante. Eso justamente, es lo que nos convierte en mejores personas.

No te dejes llevar

Puedes esperar y no hacer nada o actuar sin pensar.

En la vida todo son opciones, caminos a escoger, que condicionan cómo llegas al final.

Cualquier decisión te lleva a algún lugar,  no decidir, también.

Es mejor tomar las riendas y no dejarse llevar, controlar el destino, donde quiera que te lleve
No hay caminos rectos, ni siquiera únicos. Decisiones distintas, te pueden llevar finalmente al mismo lugar.

El destino es el final y el final es el mismo para todos, así que en el trayecto, piensa y decide, disfruta de tu elección y asume que la vida es vida mientras tú la diriges.

No caigas en la tentación de dejarte llevar, que sin opción de disfrutar te lleva al mismo lugar .

Respira hondo, sonríe, toma las riendas y no te dejes llevar.