Este Blog, nace inspirado en un artículo del mismo título, publicado por Paco Muro, Consejero Delegado de Otto Walter para España y Portugal, en el año 2003.

sábado, 3 de junio de 2017

Fins sempre Carles Capdevila

Hi ha persones que sense conèixer-les deixen emprenta en les nostres vides. Però no qualsevol emprenta. En Carles Capdevila, més enllà de ser periodista era una persona de grans valors, que sabia transmetre el que sentia i la seva manera d'entendre la Vida, que amb les seves paraules abraçava moments d'inquietud dels pares i mares, per donar-nos una mica de llum. Que amb la seva manera d'entendre la realitat Ens permetia entendre-la una miqueta més i sense tant malestar. Aquesta és per mi, gran part de la seva  emprenta. I és d'agrair. Potser ni ell s'imaginava arribant al cor de tanta gent, però ho ha aconseguit. Alguns dels que el coneixien de prop han dit que l'interessaven més les persones que l'actualitat, tot i que arribar al seu cor era mes difícil que arribar a la seva ment. Fa pocs dies va escriure "Diguem-nos coses boniques".  A nosaltres mateixos, al nostre cor. Però quantes coses boniques s'estan dient ara d'en Carles. Quants escrits que calen fons, sincers, plens de moments compartits i  escrits de persones que no el coneixíem però que ens hagués agradat poder-lo conèixer. Ara ha marxat, però ben segur que aquest reconeixement ja el sentia abans.

Si veiés l'efecte de la seva marxa, es sentiria orgullós. I somriuria. I fins i tot, seria capaç d'aplicar sentit de l'humor en un moment tant difícil. Perquè per molt seriós que pogués ser el seu discurs, el seu missatge era profund i a l'hora, estava carregat de sentit del humor, el més senzill, el més irònic i el més humà  tot i la complexitat del tema que parlés.

Ahir amb la seva marxa, aquells que el llegíem i seguíem, ens sentim una mica orfes.  Orfes dels seus escrits i de la seva filosofia.  Perquè tot i que sempre podrem recuperar la seva obra, ens quedem amb la sensació trista i impotent de tot el que no ens ha dit i de tot el que ens perdrem.

Gràcies Carles per tant que ens has donat als teus seguidors i seguidores, fins i tot, quan la vida se t'escapava poc a poc. Gràcies per mantenir-te a prop de nosaltres quan pitjor ho estaves passant,  per oferir un somriure i dolces paraules, quan tenies molt clar que no podies frenar el que estaves vivint. 



Has estat un exemple per tothom. I des d'allà on siguis ara, segueix dient-nos coses boniques i deixa'ns caure de tant en tant  una bona dosi d'humor i d'ironia de les teves. Fins sempre Carles Capdevila.

domingo, 2 de abril de 2017

Rendirse no es una Opción

Rendirse no es una opción. A mayor exigencia, mayor es El reto. Es la suerte que se lucha la que vale, la Que se merece, la que recompensa. La otra suerte, la casual, navega entre dos aguas, donde hoy eres ganador y mañana perdedor .

Quien lucha gana, porque sabe ver dónde está el esfuerzo, porque sabe reconocer no sólo su fuerza y su debilidad sino también la de los demás . Quien lucha, obtiene frutos que perduran en el tiempo , más allá de la derrota o victoria puntual. Quien lucha, crece.
Aquellos que se recrean en la gloria pasajera no son capaces de ver que la verdadera gloria  reside en el que sabe encajar lo que vive y  a la vez reconocer el esfuerzo y trabajo del otro. La verdadera Gloria nace en la humildad. La gloria del éxito es efímera y el verdadero éxito está en mantenerse con la cabeza bien alta cuando las cosas se tuercen.

Así que no lo olvides. Rendirse no es una opción . Quien lucha , gana, quien lucha, crece. Y cuanto mayor es la exigencia, mayor es el reto y mayor la satisfacción. 

jueves, 9 de febrero de 2017

Levanta el pie del acelerador y contempla la vida sin prisa

"En la ESO el tiempo pasa más rápido" . Esta es la percepción de un niño de 12 años y de otro de 14.
¿Cómo es que permitimos que la vida se nos pase rápido. ¿Es bueno? ¿Es malo?
La niñez no vuelve, nada vuelve. Y sin embargo  apretamos el acelerador sin darnos cuenta, para llegar a todos los compromisos que hemos adquirido. Es signo de responsabilidad llevarlos acabo, eso es importante.

Efectivamente lo es, pero es cierto que hace falta parar de vez en cuando, tomarse licencias para hacer lo que no se espera de ti. Porque de otro modo, en cierto modo, eres prisionero de tus responsabilidades. Levanta el pie del acelerador y contemple la vida sin prisa, que el tiempo no corre más, sólo es tu sensación. Un segundo es un segundo. Y por más que tú corras, seguirá siendo un segundo.  Que alguien te recuerde que has de frenar es una suerte, demuestra que puede hacerse.
A veces es triste ver cuán conectados estamos al mundo, a las redes, a la tecnología, y qué poco conectados estamos con lo que nos rodea. Ves más personas que pasean mirando el móvil, que personas contemplando el cielo, las nubes, las calles,el ambiente.....y entonces irremediablemente pienso en cuánto nos perdemos de la realidad. Hemos ganado otras cosas, compartimos más con quienes no tenemos cerca, llegamos a rincones fantásticos sin esfuerzo, conocemos otras culturas sin necesidad de viajar,.....pero es necesario filtrar, es necesario disfrutar de lo que tenemos delante y de sus detalles para que lo que somos y lo que hacemos tenga sentido. Para que al volver la vista atrás no nos arrepintamos de haber dejado escapar esos momentos entrañables que no tienen precio: una sonrisa, un guiño, un abrazo, un atardecer, un momento compartido. Así que no lo olvides, haz un mundo del más mínimo detalle, levanta el pie del acelerador y contempla la vida sin prisa.

jueves, 19 de enero de 2017

La fuerza que genera lo que vemos

Cada mañana puedo ver tras de mí como sale el sol y cada tarde puedo ver también cómo se va. Nunca me fijé tan seguido en este privilegio, y lo es. Y también parece representar lo que siento: mis días se iluminan con el sol a pesar de las nubes que también aparecen con él,  porque en la vida hay luz y hay sombras,  y esa combinación le da un toque casi perfecto. En definitiva, me siento feliz. Cuando cae el sol, a veces acompañado de nubes también, el espectáculo sigue en marcha, Y curiosamente también lo veo por el retrovisor del coche, a mis espaldas. La culminación de un día intenso, trabajado, con sonrisas y enfados, con conversaciones que quedan y otras que olvidas....es mágico.

En ambos momentos pararía el coche o dejaría de andar y buscaría un lugar alto desde el que contemplarlo. Respiraría hondo y esperaría hasta que el día se iluminara del todo o hasta que la noche cayera. Aunque trato de captar ambos momentos en una foto, es imposible que se refleje toda su belleza....Creo que esos momentos son realmente mágicos y considero una suerte saber apreciarlos. Porque al valorarlos, soy consciente de la fuerza que genera lo que miramos, si lo vemos.