¿En qué edad te quedarías?- me preguntaron ayer. Y sin dudar, sin analizar, respondí, "en ésta, en la que tengo". En realidad, no quería decir que me quedaría con ella. Yo no sé lo que vendrá, pero estoy convencida de que disfrutando mi presente lo mejor está por llegar. Sabiendo esto, respondí sin pensar... Más tarde analizamos qué quería decir la pregunta....en realidad, yo añadí en mi argumentación, que el nivel de conciencia que tengo con esta edad, no lo cambio por las dudas e inquietudes de mi adolescencia, aunque reconozca también, que esas dudas e inquietudes son las que me han traído hasta aquí.
Cada etapa tiene su qué. Uno sobrevive a la adolescencia. Es una etapa dura, en la que no cuadras con el mundo ni el mundo cuadra contigo, en la que te aferras a respuestas sin preguntas, y en la que preguntas sin obtener respuestas. En ello está nuestro camino....en descubrir respuestas, en adquirir conciencia de lo que vivimos y de lo que dejamos atrás para ir alcanzando ése futuro que nos espera.
Con el tiempo aprendes que no importan las caídas por grandes que sean, sinó las veces que has logrado levantarte y aprendes que no es lo que te ocurre lo que importa sinó cómo lo afrontas. En definitiva, la vida es un continuo descubrimiento, un viaje que debe sorprenderte cada día, en el cual tú eres protagonista y el dueño o dueña de tus propias decisiones. Aprovecha el momento, venga lo que venga, que como decía el poeta, todo llega y todo pasa, pero lo nuestro es pasar.
